DÍA 7 DE CAMPAMENTO (12 JULIO)
🌟 Entrega de premios, fiesta final… y un puñado de recuerdos imborrables
Hoy ha sido un día que no olvidaremos fácilmente. Es difícil creer que esta aventura está llegando a su fin. Apenas hace unos días que llegábamos con nervios, mochilas a rebosar y mil preguntas en la cabeza… y ahora, sin apenas darnos cuenta, nos encontramos recogiendo maletas y abrazando con fuerza a quienes ya sentimos como parte de nuestra familia.
Durante la mañana todo transcurría con un ritmo especial. Algunos repasaban los últimos detalles de sus proyectos, otros escribían mensajes para el buzón del amor, ese espacio tan querido que nos ha permitido expresar cariño, agradecimiento y admiración en forma de carta. También ha sido momento para empezar a despedirse, sin palabras grandilocuentes, pero con miradas y gestos que decían mucho.
Una de las partes más emotivas ha sido la entrega de premios, donde hemos reconocido no solo el esfuerzo y la creatividad en los talleres de ciencia, sino también valores como el compañerismo, el cuidado mutuo, la participación activa y el respeto.
Uno de los momentos más entrañables ha sido ver a Adrián, sorprendido y feliz al recibir el primer premio por su proyecto de ciencia. Su constancia y entusiasmo han sido admirables.
También nos emocionó acompañar a Bea en un pequeño gran reto: dormir por primera vez en la litera de arriba. Con doble barandilla y mucha ilusión, pasó allí la noche feliz y segura. Son estas pequeñas grandes conquistas las que hacen que cada experiencia aquí cuente.
Por la noche celebramos la gran fiesta de fin de campamento. Disfraces, música, luces y muchas ganas de bailar y celebrar todo lo vivido. Se notaba en el ambiente que nadie quería que acabase. Algunas decían que “estaban despiertas con los ojos cerrados” porque no querían perderse ni un solo momento.
Risas, abrazos largos, promesas de volver a verse… todo fluía con naturalidad.
Sabemos que lo importante no es solo lo que hemos aprendido —que ha sido mucho—, sino cómo lo hemos vivido: en grupo, con apoyo, con respeto, en un entorno cuidado y pensado para que cada niño y cada niña brillase a su manera.
Aunque mañana solo quede decir "hasta pronto", esta noche dormiremos sabiendo que hemos formado parte de algo importante.
Algo que va mucho más allá de los talleres, los juegos o las excursiones.
Algo que se queda en el corazón.
