DÍA 1 DE CAMPAMENTO (16 DE JULIO)
¡Hola a todos! Bienvenidos a la primera crónica del campamento, donde cada día estará lleno de diversión, risas y aventuras. Aquí os contamos lo más destacado de nuestro primer día.
Nuestro primer día de campamento fue extra especial gracias a Saúl, quien celebró su 18 cumpleaños con nosotros. Esta mañana, en el autobús, nos comentó que era su día, pero dejamos pasar el día sin mencionar nada... ¡hasta la cena! Durante la cena, sorprendimos a Saúl con un coro de “cumpleaños feliz” y una vela para soplar. Su cara de sorpresa y alegría fue un momento que todos recordaremos con mucho cariño. ¡Feliz cumpleaños, Saúl!
Siendo el primer día, empezamos con una mañana tranquila debido al viaje. Al llegar al albergue, todos se emocionaron al repartir las habitaciones y establecerse. Después de un delicioso almuerzo, comenzamos con juegos de presentación, ayudando a todos a conocerse mejor.
Aprovechando el maravilloso clima que nos acompañó hoy, pasamos la tarde en la piscina. El agua refrescante fue el remedio perfecto para el calor, y tanto niños como monitores se divirtieron al máximo. Saltos, chapuzones y juegos acuáticos hicieron que nadie quisiera salir del agua.
Tras la cena, llegó el momento de nuestra primera velada. Aquí, introdujimos la temática del campamento: ¡El mismísimo Zeus necesita nuestra ayuda! Zeus está preocupado porque su campeón, Hércules, no está motivado para participar en los Juegos Olímpicos debido a la falta de competencia. A lo largo del campamento, nuestros pequeños héroes deberán demostrar sus habilidades deportivas para intentar inspirar a Hércules.
En honor a su cumpleaños, decidimos que la primera entrevista sería con Saúl. Cuando le preguntamos qué tal lo estaba pasando, nos dijo que bien, aunque con mucho calor. Su actividad favorita del día fue la velada de la noche, que le pareció muy chula. Y sobre la sensación de cumplir años en el campamento, comentó que le había gustado mucho y que no se esperaba que todos se unieran para cantar y que le preparasen una vela para soplar. Esperemos que con los nervios del momento no se le haya olvidado pedir su deseo de cumpleaños.
Hoy fue un día lleno de emociones, desde la alegría de conocernos hasta la diversión en la piscina y la sorpresa del cumpleaños. No podríamos haber pedido un mejor inicio para nuestro campamento. Mañana, más y mejor. ¡Hasta la próxima crónica!