DÍA 7 DE CAMPAMENTO (29 DE JUNIO)
El último día completo en el Bosque de los Sueños.
Amaneció con el cielo avisándonos de la posible lluvia que estaba en camino, un detalle ya familiar en estos días de campamento. Aunque la mañana estaba fresca, la emoción y el entusiasmo de todos los campistas, llegando al final de nuestros días juntos calentaron el ambiente. La actividad programada inicialmente era la piscina, pero para hacer más amena la espera, nos dirigimos al parque Malala Makai, donde jugamos y disfrutamos hasta cerca del mediodía.
Solo los más valientes se atrevieron a meterse en la piscina, el agua fría no fue suficiente para frenar la diversión de aquellos intrépidos campistas que decidieron darse un último chapuzón.
El momento más esperado llegó por la tarde: la entrega de diplomas y la proclamación de ganadores del campamento. Con la ayuda de Ana y Lucía, que vinieron desde Madrid a visitarnos, celebramos una ceremonia llena de emoción y alegría. Lo más divertido y emotivo del día fueron los discursos improvisados por algunos participantes. Agradecieron tanto a los monitores como a sus compañeros por los días tan geniales que hemos pasado juntos, y las palabras llenas de cariño y gratitud arrancaron más de una lágrima y muchas sonrisas.
La jornada concluyó con la fiesta de despedida, una mezcla de sentimientos encontrados. Por un lado, la alegría de haber vivido experiencias inolvidables; por otro, la tristeza de decir adiós a nuevos amigos y aventuras. Sin embargo, el espíritu del campamento se mantuvo vivo y lleno de energía, recordándonos que todo lo bueno termina, aunque entre unas conversaciones y otras se escuchó más de un "hasta el año que viene".
Entre los muchas anécdotas del día, destacamos la entrevista que hicimos a el de Irene Hernández, de 14 años. Irene nos contó que lo que más le ha gustado del campamento ha sido estar con los monitores y sus compañeras, disfrutando de cada momento juntos. Durante estos días, ha aprendido a jugar al goalball y ha descubierto el futbolín humano, dos actividades que le encantaron. Su comida favorita fue el helado de chocolate, un postre que la hizo muy feliz. Irene también mencionó que ha conocido a Paula y a Luis, dos nuevos amigos con los que ha compartido grandes momentos. Aunque este es su segundo año en el campamento de la ONCE, cada experiencia sigue siendo tan emocionante como la primera.
En resumen, el 29 de junio fue un día lleno de actividades variadas y emociones intensas. Desde el parque Malala Makai hasta la entrega de diplomas y la fiesta de despedida, cada momento fue disfrutado al máximo. Los discursos emotivos y la alegría compartida marcaron el cierre perfecto para este campamento, dejando a todos los campistas con una sensación de satisfacción y felicidad. Otorgando 5 estrellas tanto al campamento como al equipo de monitores y monitoras que han hecho un gran trabajo para que disfrutemos de cada instante, nos despedimos del Bosque de los Sueños, sabiendo que nos encontraremos nuevamente el próximo año para más aventuras y diversión. Y para suene una vez más, gritaremos a los cuatro vientos ¡HASTA EL AÑO QUE VIENE!
